jueves, 28 de abril de 2022

Séptimo relato encadenado. El perfume de su piel.






EL PERFUME DE SU PIEL

 

 

La tarde en el trabajo fue tremenda. Claudio lo había pasado fatal a causa aquel hombre que se había obsesionado con él. Después de convencerlo de que se marchase y dejase a mi compañero en paz, terminamos como pudimos la jornada. Parecía que se habían congregado más clientes que nunca en la pastelería. Tal vez se debió al efecto llamada. Una multitud de curiosos había echado fotos y grabado en vídeo a aquel pobre desgraciado que aseguraba que Claudio era el amor de su vida y que había traído las maletas para fugarse con él.

Acudió incluso un conocido periodista de la televisión local acompañado del cámara para entrevistarme. Aquello fue surrealista. Camino de casa, aún iba dándole vueltas a la cabeza. Necesitaba meterme bajo la ducha y olvidarme del tema. En el descansillo de mi portal, dos enamorados se abrazaban con ganas, amparados por la penumbra. No les saludé para no romper su intimidad. Me dio igual parecer descortés.

Abrí la puerta de mi santuario, dejando caer las llaves sobre la mesita del recibidor. En el despacho del fondo se percibía una luz tenue. No quise que él se percatase de mi presencia, aún no. Me deslicé hasta el baño para desnudarme y perderme bajo el agua muy caliente. El chorro de la ducha sobre mi cabeza me provocó un sutil cosquilleo, proporcionándome algo parecido a otro placer.

Me sequé, untando mi piel con crema y me perfumé el cuello y las muñecas. Me vestí con un ligero kimono de seda de amplias mangas. Despacio, me dirigí al despacho donde él escribía su nueva novela.

Como una geisha haría con su dana en la ceremonia del té, levanté ligeramente la manga de mi kimono, lo suficiente como para dejar al descubierto mi muñeca desnuda. La ofrecí a su mirada. La tomó entre sus manos, depositando en ella una suave caricia de sus labios que no llegaba a ser un beso. Liberó su dulce aliento sobre aquella porción de piel y logró estremecerme. Colocándose detrás de mí, me atrajo hacia sí con delicadeza. Sus dedos sustituyeron a los labios. Las yemas me acariciaron por dentro de la manga, mientras su boca se ocupaba de otra zona aún más erógena. La piel de mi nuca se erizó cuando sentí cómo soplaba sobre el nacimiento de mi cabello después de apartarlo a un lado. Mi piel incendiada apenas podía soportar el roce de la tela del kimono.

Mis sentidos estaban despiertos, percibiendo el aroma que emanaba de su cuerpo. Aquellos ingredientes que había entremezclado el maestro perfumero, junto con su propio olor.

No tenía afán por evadirme. Solo necesitaba más. Quería que continuase hasta llevarme adonde solo él sabía. Me giré, ofreciéndole la perspectiva de mis ojos. Me preguntaba si podría resistirse a darme al fin el ansiado beso. No podía, nos conocíamos bien. Bajó desde mi boca para encontrar otra piel, fina y turgente, que estaba deseando recibir los mimos a los que estaba acostumbrada. Mientras tanto, mis manos recorrían su espalda.

Me alzó en sus brazos, dejando caer el kimono, que ya solo se sostenía levemente sobre mí.

El camino hacia el dormitorio se me antojó eterno. No fue la noche más especial que hemos vivido, pues como ella hubo y habrá más y serán incontables, pero sí que fue inolvidable y la tendré grabada en mi memoria para siempre.


                                                                         

















martes, 26 de abril de 2022

Arquitectura de un corazón, de Fátima Villegas







Como reza su contraportada, aquí dentro está la historia de cómo un corazón se reconstruyó cuando una Gata se cruzó en su camino.

Este libro de prosa poética nos muestra un corazón desolado por el desamor que poco a poco va curándose, recibiendo un nuevo aliento, ilusión, amor profundo. Lo que un día parecía hacernos desfallecer, poco a poco se mitiga hasta alcanzar la calma y comprender que lo que fue derrumbado puede reconstruirse.

Todo el libro es una danza de frases hermosas, pero si tengo que quedarme con una, sería: "He vuelto a soñar el sonido de tu mirada y el sabor de tu risa"

Fátima tiene una forma de escribir elegante, sutil, permitiendo al lector entrar en ese corazón en vías de reconstrucción y sentir cada una de las fases del desamor, la ilusión, el amor y la generosidad de saber dejar ir cuando es necesario.

Un detalle que me ha encantado también es la original forma de maquetar, la tipografía (courier) que es mi preferida y la manera de estructurar los poemas.

Lo he disfrutado mucho. Ya tiene su sitio en mi corazón.




Enlace de compra en Amazon:


Este blog participa en el programa de Afiliados de Amazon. Cualquier compra que realices a través de nuestro enlace nos ayuda. ¡Gracias!









lunes, 25 de abril de 2022

Sexto relato encadenado: Mi ángel de Elisabet Belmonte Torres.




Mi ángel.

Cada mañana, poco después de despertar, lo que sueles pensar  es en el día que tienes por delante. A priori podría ser uno de tantos. Ir a trabajar e intentar hacer la jornada lo más llevadera posible. Hablaremos con unos y con otros, pondremos nuestra mejor sonrisa y con suerte cumpliremos nuestro objetivo: salir airosos. Pero en lo que casi nunca reparas es que ese día, será el día menos pensado, ese en el que ocurrirá algo que lo cambiará todo.

Eso sucedió la mañana en la que conocí a  Antonio. A estas alturas ya no recuerdo lo que le dije, para el caso de que sea verdad que fui yo quien le habló primero. Eso afirma él, pero creo que es algo que ha terminado siendo irrelevante. Quizás suene materialista, pero lo que sí tengo bastante grabado es la propina que me dejó. Me estaba costando pagar los elevados gastos veterinarios de mi perrita y cualquier aportación extra era bien recibida. Mi sueldo nos da, casi en exclusiva, para vivir. El único extra que puedo permitirme es alguna tarde de cine. Las palomitas las suelo comprar a la salida para compartirlas con ella al llegar a casa. También se merece algún lujo. Aún no sé cómo pudo coger aquella infección que se extendió tan rápido y provocó que estuviese ingresada unos días.

Lo que tampoco puedo explicarme es lo rapidez con la que ha ocurrido todo con él. Cuando hablo del tema con mis amigos, por una vez hay unanimidad; estas cosas surgen sin que apenas te des cuenta, sin buscarlo, sin provocarlo. Mi sonrisa, que aquel día era forzada, le tuvo que sacudir por  dentro. Me pregunto una y otra vez, cuan diferente hubiesen sido las cosas, si me hubiese permitido expresar mis emociones. ¿Le hubiese parecido tan atractivo si en mi rostro se hubiese reflejado la preocupación por perderla?
 
El  policía que me está tomando declaración me repite una y otra vez que cese de castigarme con ese tipo de preguntas. Que en una mente como la de Antonio, cualquier cosa pudo ser el detonante, máxime cuando deja de tomarse la medicación.

No sé en que quedará esto, ni quién podrá ayudarle a diferenciar lo que es real. De lo único que sí tengo certeza es que no seré yo. Cuando empecé a percibir un especial interés por su parte intenté dejarle claro que no era recíproco. Pero continuaba dejándome nota con citas a las que nunca asistí, regalos e incluso dinero para ayudarme con las facturas de mi pequeña. 

Espero que alguien le rescate de esa fantasía en la que vive, como mi compañera Eva me salvo a mí de su gran delirio de una convivencia juntos, cuando le vio llegar con dos maletas al trabajo en mi busca.










©Elisabet Belmonte Torres.
Todos los derechos reservados

domingo, 24 de abril de 2022

La niña del corazón en el ojo de Pablo Alma



Esta novela ya ha sido reseñada en este blog por Mabel R. Ramos hace unos meses. Os preguntaréis el motivo de que yo también lo haga. Se debe a que gane el ebook en un sorteo realizado por el autor en Instagram y creo que es una historia que merece todo el apoyo que podamos darle.
 

Ficha técnica:
 
Sinopsis: 

Cuando Bruno Madrid acude al funeral de su primer amor, en la localidad costera donde crecieron, empieza a sospechar que la muerte de Emi no fue un terrible accidente, como todos aseguran.

Se verá entonces empujado a descubrir la verdad e innumerables secretos que siempre estuvieron ocultos verán la luz.

Todos parecen inocentes, pero todos podrían ser culpables. Incluso la propia Emilia Lamoreaux: la irrepetible niña del corazón en el ojo.

- - -

"Su problema, en definitiva, era que parecía tener personalidad múltiple. El mío, estar loco por todas ellas".

"Todo lo que no se dice acaba haciendo bola en el corazón".

 

Número de páginas: 499

Fecha de publicación: 10/10/2021.

Enlace de compra en Amazon:

 

Valoración personal:

 El autor estructura la novela en cinco partes, aquellas por las que pasa cualquier persona ante la muerte de un ser querido, en este caso Bruno.  A su vez dentro de ellas, los capítulos nos llevan al pasado para descubrir su historia de amor con Emilia y al presente para investigar lo que ocurrió aquella noche. 

 "¿Por qué me quieres Bruno?" Es una pregunta que a lo largo de las páginas Emilia le formula varias veces. Con una narración exquisita, Pablo Alma no explica como el personaje, sin saber expresarlo con palabras, la ama profundamente, hasta el punto de convertirlo en algo tóxico. Ella es la luz hacia las que van las polillas, aunque sepan que les va a hacer daño. 

Otra cuestión que me pareció muy interesante es la pregunta, que esta vez lanza Bruno: ¿que necesito yo? En cualquier relación, ya sea amorosa, familiar o de amistad, en la inmensa mayoría de las ocasiones, actuamos por lo que nosotros queremos o necesitamos hacer para sentirnos mejor, pero no reparamos en si a la otra persona le hace bien. ¿Es lo que necesita o quiere ella, también? Seguramente no, pero por desgracia nos da igual.

En cuanto a la investigación, partí de una premisa y las piezas fueron encajando a la perfección. Aún así el golpe de efecto de las últimas páginas me cogió desprevenida. 

Quiero destacar antes de concluir la ambientación. Cada vez me gustan más las novelas que dejan de lado las ciudades más populares a nivel nacional y sobre todo, internacional. Si además, le añadimos que adoro el mar, haber elegido un pequeño pueblo costero al lado del peñón, la hacen perfecta. 

Mi nota: 10.

Iba a ponerle un 9 en cuanto a trama pero como no tiene anglicismos, siguiendo mi lucha contra ellos le añado un punto.  Sí que tiene varias expresiones en francés, pero están totalmente justificadas en los diálogos dada la nacionalidad del personaje.






Este blog participa en el programa de Afiliados de Amazon. Cualquier compra que realices a través de nuestro enlace nos ayuda. ¡Gracias!

sábado, 23 de abril de 2022

Tied Up de Elisabet Belmonte Torres.




When Helen returns to Almería, her hometown, an encounter with a husky, whom she will call Kira, marks a turning point in her life. 

A completely unknown world will be revealed to her; that of witches and magic. 

A double-edged sword capable of bringing her closer to what she always wanted.

Available on Amazon











Tied up

Feliz día del libro

 
El año pasado tuve el honor de celebrar este día con mi propia novela. Este año no solo se suman Helen, sino también su gemela de habla inglesa. Tired Up, está ya publicada en Amazon. Actualmente solo en ebook y en tapa dura por un pequeño problema con la tapa blanda, el cual confió esté solventado para la semana que viene. 
 

 
Este proyecto surgió sin apenas pensarlo, cuando vi las pequeñas señales en el camino, salté a la piscina. Estoy muy ilusionada y deseando tener esta versión entre mis manos. 
 
Aquí os dejo el enlace por si os animáis a adquirirla. 
 
Amazon España:
 

A continuación os dejo el enlace de otros mercados de Amazon. El libro está publicado en todos, aunque no aparezcan en esta lista.
 
Amazon Alemania:

Amazon Italia:

 
Amazon Francia
 

Amazon Reino Unido:

 









Este blog participa en el programa de Afiliados de Amazon. Cualquier compra que realices a través de nuestro enlace nos ayuda. ¡Gracias!

miércoles, 20 de abril de 2022

Quinto relato encadenado - Cortejo inesperado.





Cortejo inesperado.


Ay Fran, cómo tengo que decírtelo. Hay días que me cuesta horrores que salga alguna palabra perceptible. Momentos en los que no veo más allá de una luz fundida que me ancla a ti sin miramientos. Fran, ¿qué hago contigo? Pues son muchos los años que hemos vivido, infinitas las experiencias que coleccionamos.
Me has entregado todo de ti, incondicionalmente. No podría reprochártelo ni en un millón de años. Pero ya no te quiero. Ya no siento ese amor desmedido que tú aun conservas. Ya no hay nada más que aprecio por los años. Pero, incluso un simple abrazo me hace sentir hastío. No por ti, supongo que sería demasiado tópico decirte que es por mí. 


Me cuesta, de verdad, se me complica cómo decirte que he conocido a alguien que me aporta algo distinto. Sé que quizás debería habértelo dicho antes. Pero contigo tan entregado, siempre con ganas de darlo todo. Juro que en su momento solo sentía amor y devoción por ti. Pero Claudio apareció en mi vida de la forma menos prevista. 


Ay Fran, Claudio me invitó con un cortejo lleno de cordialidad y originalidad, a experimentar una de las experiencias más vívidas de mi vida. Un simpleza para muchos quizás. Pero que me resultó de lo más acogedor y gratificante. Me sentí como un joven atractivo, seductor tal vez. 


Aquella mañana hará al menos dos meses, observando pasteles en la panadería de siempre, se me acercó y todo dio un giro completamente inesperado para mí. Que todo lo tenía atado, que mi amor estaba anclado y se aferraba a sentir sin medida por ti.
—Hola, no sé si alguno de esos pasteles estén a la altura. Lo cierto es que, usted se lo pone muy complicado. 


Fue escuchar esas palabras. Y sentir que nunca antes nadie había sido tan original para tirarme los trastos. Ay Fran, ¿cómo decirte adiós sin sentir culpabilidad? Lo he pensado mucho, pero aun sin gustarme al cien por cien la idea. Dejaré todo como acostumbras a ver, con mi característica pereza. Te escribiré una nota de mi puño y letra y te dejaré en paz. 


Mis anhelos ahora se ven reforzados por las ganas, la incertidumbre también, no te voy a engañar, Fran. Pero tengo una cosa clara. Quiero empezar de cero, necesito vivir esta nueva aventura. De la cual, no estoy seguro qué me deparará. Pero, me voy a ir con Claudio. Voy empezar un nuevo capítulo en mi vida. Y solo espero, Fran, que te cuides y hagas lo mismo.












martes, 19 de abril de 2022

Cuarto relato encadenado- El viaje de nuestras vidas






El viaje de nuestras vidas

 

    La mañana ha sido completa. Desde que soy asistente social no he tenido mucha suerte en el trabajo, la verdad. Las señoras del parque me han dejado anonadado. ¿Cómo es posible que una mujer aparentemente indefensa mate a un tío como un castillo de un trompazo? Y anda que la otra, la que estaba muda y cuando se ha puesto a hablar ha dejado a todo el mundo con la boca abierta. Yo las he dejado allí con la policía, Antonio, porque me han entrado unas ganas de salir corriendo que no lo he podido evitar.  Me he montado en el metro y aunque seguía estupefacto, me he dedicado a observar a los pasajeros. No he visto a nadie que se comporte como nosotros cuando viajamos juntos. Me encanta cómo me das la mano y me acaricias la cara antes de darme un beso. Te da igual que nos miren y a mí también. Me embarga el orgullo sabiendo que eres mi pareja. Tan guapo y tan sonriente siempre. Siento que soy la envidia de todo el vagón cuando voy contigo.

    Hoy viajan conmigo pocas personas. Un chico de aspecto tímido, con el flequillo que le tapa media cara. Supongo que para ocultar el incipiente acné que le amarga la existencia. Yo también era muy tímido, ¿te acuerdas?

Hay también una mujer muy elegante. Ha sacado un cepillo del pelo de su bolso y se ha peinado. Después se ha retocado el maquillaje y se ha pintado los labios de un rojo intenso. Me da la sensación de que va a encontrarse con alguien, porque no deja de mirar el móvil, tal vez en busca de algún mensaje. Es muy guapa, la verdad, me recuerda a Ava Gardner en sus mejores tiempos. De cuando las estrellas de Hollywood eran espectacularmente maravillosas.

En el amor sí soy afortunado, Antonio, contigo he vivido lo más bonito que se pueda llegar a imaginar. Qué ganas tengo de llegar a casa y que me des un abrazo de los tuyos. Estoy harto ya de intentar arreglar los problemas de la gente. Se me da fatal. No debería decir esto, pero ya sabes que a ti no te oculto nada. Y aunque quisiera no puedo, porque para ti soy un libro abierto.

Al fin he llegado a casa. Cuando cambio la llave de bolsillo por error, me vuelvo loco para dar con ella, menos mal que siempre la encuentro. Abrir la puerta y llamarte ha sido todo uno. Qué oscura está la casa. Se ve que aún no has levantado las persianas, perezoso. Las levantaré yo. Con el sol tan bonito que luce. Me giro y veo el papel sobre la mesa con el pisapapeles de corazón que me regalaste por San Valentín. Me encantan las sorpresas. Y tus notas de amor, lo que más. La leo esperando que en cualquier momento me tapes los ojos desde atrás y me des un suave beso en el cuello.

 

     Lo siento, Fran. He intentado decírtelo de todas las maneras posibles. No voy a seguir contigo. Por mucho que te aferres, tienes que darte cuenta de que no te quiero. Llevo meses diciéndote que esto no funciona. Me voy lejos, no me busques. Te deseo lo mejor.

 

Dejo la carta donde estaba. Huele a ti. Sé que no hablas en serio, Antonio. En cualquier momento volverás. Voy a preparar la maleta. Seguro que cuando vengas, emprenderemos el viaje que tanto hemos planeado. El viaje de nuestras vidas.















Asistencia a la Feria del Libro de Almería.


 

Este año puedo anunciar orgullosa mi participación como escritora en la Feria del Libro de Almería. Ahora toca asistir a un evento así en casa, rodeada de nuevo de mi gente, aunque el primer fin de semana de abril también lo estuve. Siempre he dicho y lo repetiré hasta la saciedad, que el mejor regalo que me ha hecho esta aventura es volver a conectar con personas con las que había perdido el contacto y compartir momentos inolvidables con las que más quiero.

 Del 27 de abril al 2 de mayo toca sumar más vivencias. 

  • Miércoles, 27 de abril de 19 a 20 en la caseta de la Librería Picasso.
  • Sábado, 30 de abril de 18 a 20 en la caseta de la Editorial Azul Cobalto. Estaré acompañada de Mabel R. Ramos, quien se va a hacer una pequeña escapada a Almería. ¿Le damos una cálida bienvenida?















Vive y deja vivir.





©Elisabet Belmonte Torres.
Todos los derechos reservados










lunes, 18 de abril de 2022

Tercer relato encadenado - La mirada silenciosa.


 


La mirada silenciosa. 

 

He pronunciado demasiadas palabras en mi vida. Algunas formaron un argumento interesante, otras solo pretendían adularle. Él siempre decía que hablaba demasiado, a lo que le respondía que era para suplir las que le correspondían y nunca decía. Pero la verdad es, que hubo unas que no debí pronunciar. “Estoy deseando que desaparezcas de mi vida y no tener que estar pendiente de ti.” En ese momento no pensé que Marcelo siempre satisfacía mis deseos. 

Cuando me desperté a la mañana siguiente, fui consciente que esa vez también lo había hecho. Había desaparecido de mi vida. No necesité tocarle. Su rostro estaba girado hacía mí.


Sonreía, como siempre hacía cuando me compraba eso que tanto quería o me arreglaba algo en la casa lo que le pedía, en definitiva, cuando me consentía.  


“Estoy deseando que desaparezcas de mi vida y no tener que estar pendiente de ti.” Habían sido las últimas palabras que le dije, fueron las últimas palabras que pronuncié. Él no me había replicado, se marchó al dormitorio. Yo me acosté unas horas más tarde, en completo silencio, más por orgullo que por respeto a su sueño.


Son las últimas palabras que pronuncié. Ni siquiera llamé a urgencias, ni a mi hijo. Sabía que vendría a traerme unas cosas que me había comprado por Internet. 


Fueron las últimas palabras que pronuncié. Mi hijo acabó aprendiendo a comunicarse conmigo sin necesidad de decirle nada. No quiero escuchar esa voz que me arrebató al amor de mi vida. Por muy desastre que fuese, con sus medicinas, la ropa… con todo, siempre había amado a ese hombre.


Con el paso del tiempo, para el vecindario me he convertido en una especie de mueble. Quizás en una silla, por lo de tener patas y moverme. Por eso no se percataron de mi presencia hasta que un grito se escapó de lo más profundo de mi ser. Arrasó con todo lo que encontró a su paso para en la siguiente inhalación instaurar el vacío. 


Dulce fue la encargada de contarle a la Policía que llevaba años sin hablar, que tenía un hijo que se hacía cargo de mí pero que ella nunca le había visto. Llevaba  poco en el barrio. Una agente muy agradable y paciente me preguntó si tenía teléfono, quería llamar a mi hijo para que viniese a buscarme. No era apropiado dejarme sola tras lo ocurrido, según ella. Lo saqué de mi bolso y se lo entregué, nunca le puse un código de bloqueo por temor a olvidarlo. La vi meterse en la agenda de contactos. Los fue pasando hasta encontrar el que estaba registrado con el nombre “hijo”, como así era.


Todos enmudecieron, como yo hice antaño,  cuando el sonido de una llamada entrante emanaba del cadáver. La agente me miró con los ojos muy abiertos y yo la correspondí asintiendo.


Lo que ocurrió después está difuso. Para mí carecía de todo valor. Solo podía pensar en que ya no me quedaba nada. Bajé del coche patrulla en no sé que lugar. La amable agente me acompañaba. Un chico joven se presentó:


- Doña Emilia, soy Fran, asistente social. Tiene que acompañarme ¿de acuerdo? 
- Petra ha matado a mi hijo.


Mis cuerdas vocales se habían desperezado con aquel grito y reivindicaron algo más de actividad. 







©Elisabet Belmonte Torres.
Todos los derechos reservados










domingo, 17 de abril de 2022

Segundo relato encadenado "Dulce incertidumbre"



Dulce incertidumbre



Tender la ropa jamás había sido una labor tediosa para Dulce. Limpiar los cristales de su hogar sí. Mantenerlos igualados y evitar que las marcas de las pasadas de la bayeta no hagan acto de presencia, es lo más rebuscado que su mente adulta buscaba sin cesar.
—Un día eres joven y al otro buscas la perfección en unas ventanas que pocos se pararán a contemplar—pensó en voz alta.
Parece que las nubes amenazaban con lluvia. Algo que a Dulce le resultaba familiar. Pues siempre que limpiaba las ventanas, la lluvia parecía interceptarse con sorna.
Salió de casa con la alegría que la caracteriza. Siempre tan risueña, tan complaciente. Caminó sin dar largas zancadas. Para disfrutar de su paseo matutino y saborear la frescura del ambiente. Sin prisa pero sin pausa.
No pensó en encontrarse con nadie. Pero allí estaba ella. Petra, con su perro. Dispuesta a lo que supuso, hacer lo mismo que ella.
Pasear.
Petra aceleró su paso y Dulce se preguntó si tal vez, la estaba evitando. Pues no logró alcanzarla. Su atuendo claro, no era el idóneo para un paseo matutino. Pues Dulce optó por arreglarse y Petra parecía tener intenciones de pasar desapercibida.
Avanzó un poco más rápido. Con la idea de saludarla. Y averiguar por qué tanta prisa. La alcanzó ya entradas en el parque. El rostro de Petra se vislumbró casi marmolado.
Cuestionó la posibilidad de que estuviera enferma.
—Eh… Petra, ¿va todo bien?—preguntó con la mayor cautela posible.
—Estaba ahí, lo juro. No sé cómo pudo pasar. Estaba ahí—respondió con nerviosismo y notable temblor.
Dulce vio como el perro ladraba sin consuelo. Moviéndose de un lado a otro con demanda de atención.
Agacho la cabeza y lo vió.
El cuerpo de un hombre entrado en años. Con facciones serias y enigmáticos hoyuelos marcados.
Tumbado de lado y con la marca de un impacto en la cabeza. Haciéndole derramar una fina línea de sangre por su frente.
—Llamemos a la policía—dijo al fin.
Petra asintió.
Se escuchó un grito agudo. Al parecer  no estaban solas. La vecina de Dulce. Hacía años que no mencionaba ninguna palabra. Desde el fallecimiento de su marido. Parecía haber enmudecido. El grito las sacó del trance en el que se habían encontrado sometidas a causa del hallazgo.
La policía no tardó en llegar y las mandó de regreso a sus hogares.
El rostro que anteriormente palidecía en Petra. Pareció tornarse de un buen color, al ver cómo la autoridad actuó con normalidad. Sin rebuscar sospecha hacia ellas. Y Dulce no puede parar de pensar.
—¿Por qué ese cambio tan repentino en Petra?
















sábado, 16 de abril de 2022

Primer relato encadenado- Sorpresas te da la vida


 


 



Sorpresas te da la vida



    Aquel día amaneció nublado. Petra, que había despertado sin ganas de pasear al perro, se obligó a no ser perezosa. Si hubiese sabido lo que se iba a encontrar en el parque, tal vez habría dejado a Lolo sin su paseo matutino. Al fin y al cabo, su gran jardín permitía que el pequeño can pasara sus buenos ratos al aire libre.

    Echó el pie fuera de la cama. El suelo estaba helado. Maldita sea, definitivamente no quería salir. A tientas, dio con las gafas. Se habría operado hace tiempo, pero le daba pánico ahora, a sus cincuenta y tantos. Había sido miope toda la vida, qué más daba seguir usando aquella muleta para ver bien. En realidad, los miedos se la comían con frecuencia. Hasta salir a la calle se le hacía un mundo.
       Lolo acudió con la correa en la boca. Petra se agachó para cubrirlo de besos y recibir sus efusivos lametones en la cara.
    Un pantalón de chándal y una sudadera serían suficientes. Desde que estaba en el paro había perdido las ganas de arreglarse. Total para qué. No salía apenas y sus relaciones sociales se limitaban a Pepe el tendero y a alguna vecina que se cruzaba por la urbanización.  
    Saliendo por la cancela, saludó a Dulce, una chica que hacía honor a su nombre.
    Aceleró el paso para llegar pronto a su destino. Lolo corría a su lado. Siempre lo hacía. La seguía o se paraba al ritmo que ella marcase. Al fin alcanzó la verja y entró, soltando al perro para que pudiese trotar a placer.
      No pasó mucho tiempo en el parque hasta que se encontró al fiambre y tuvo que llamar a la policía temblando. Ante las preguntas que le formularon, incidió una y otra vez en que ella solo pasaba por allí.

      De vuelta a casa sonreía y marchaba con paso alegre con Lolo a su lado. ¿Quién iba a sospechar que hacía apenas una hora que ese hombre había intentado agredirla? Menos mal que su profesor de defensa personal le había enseñado a golpear mortalmente a su atacante. Verlo derrumbarse a sus pies la hizo sentir satisfecha. Merecía la pena haberse decidido a salir. Un tipejo menos de quien preocuparse.

 

                      

 















48 Horas antes de ser un zombi de Silvia P. Martín.

Sinopsis:

¿Qué harías si supieras que en 48 horas vas a pasar al bando de los muertos?

Amelia Díaz, de natural dramática y escrupulosa, inmersa en pleno apocalipsis zombi en Madrid, se hace la misma pregunta. Tras ser mordida en la fábrica donde se esconde con sus compañeros de trabajo, se plantea cómo abordar la situación.

Con la infección, comprobará que muchos de los mitos de las películas del género Z estaban equivocados. Conocerá su creciente hambre de carne humana y también se conocerá a sí misma. Este camino de vísceras le abrirá un mundo de posibilidades fuera del alcance de cualquier humano corriente.

Pájaros de origami, atracones de supermercado y un perro, son algunos de los ingredientes de esta cuenta atrás que, por supuesto, teñirá las páginas con sangre, muerte y un humor muy ácido.




Los zombies suelen ser algunos de los protagonistas recurrentes de las series o películas que veo, aunque no estén dentro del podio de honor. En cuanto a las lecturas, si la memoria no me falla, creo que nunca he leído nada sobre ellos, por lo que al ver esta novela en la que van de la mano del humor, he pensado que sería una buena manera de iniciarme.

Le había echado el ojo antes de la I Feria de la Autoedición, pero al final con tanta charla y confraternización, me fue imposible acercarme y comprarlo dedicado. Así que, para quitarme la espinita y con la excusa de que se acerca el día del libro, me voy a dar un caprichito y me lo compraré por Amazon.

Os dejo a continuación la ficha técnica:

Género: Fantasía.

Páginas: 172.

Publicación: Junio 2020.

ISBN:  978-84-121959-2-7

Editorial: Sol de Sol

Enlace de compra en Amazon:

 Ebook










Este blog participa en el programa de Afiliados de Amazon. Cualquier compra que realices a través de nuestro enlace nos ayuda. ¡Gracias!


viernes, 15 de abril de 2022

Miradas de humo: la detective, de Pilar González Álvarez





SINOPSIS:

Julia Soler no es una detective cualquiera.
Tiene una personalidad arrolladora y un pasado que no querrás conocer.
La investigación en la que colabora con el inspector Diego Jiménez la pondrá en peligro en más de una ocasión, ya que tendrá que infiltrarse en una oscura entidad.
¿Logrará descubrir el misterio que envuelve a los crímenes del Museo del Prado?
Y, sobre todo, ¿conseguirá salvar la vida?

OPINIÓN PERSONAL: 

    Miradas de humo: la detective sobrecoge desde la primera página. La autora consigue mantenernos en vilo, sin poder apartar la mirada ni dejar de leer. 

   Está muy bien construida, con unos protagonistas perfectamente perfilados de los que iremos conociendo su pasado para comprender su presente. La detective y el inspector Diego Jiménez tienen un bagaje que descubriremos a lo largo de la novela y que les ha forjado el carácter, sobre todo a Julia Soler.

     Los crímenes y su motivación nos dejarán boquiabiertos. 

    Para mí, un plus es la ubicación de la trama. A caballo entre Madrid y Sevilla, el hecho de conocer los lugares en los que transcurre la acción me ayuda mucho a sumergirme en la novela. 


     Si os gusta la novela negra, policíaca, domestic noir, etc., no os la podéis perder. Los amantes del thriller disfrutarán con esta historia desde el principio hasta el final.  

      
     




                     

 
Enlace de compra en Amazon:




Este blog participa en el programa de Afiliados de Amazon. Cualquier compra que realices a través de nuestro enlace nos ayuda. ¡Gracias!