Ficha técnica:
Sinopsis: A veces las casualidades se hacen cómplices de los deseos. Costanza y Mauro llevaban media vida esperándose hasta que un encuentro imprevisto en la Gran Vía de Madrid volvió a unir sus destinos. Costanza, recién separada de su marido, abogada en un prestigioso despacho, tenía entre manos la defensa de un importante banquero, una circunstancia que le absorbía todas las horas del día. Mauro, el padre Mauro, acababa de volver de Roma para acometer un trabajo encargado por el arzobispado de Madrid.
Pese a sus circunstancias y con todos los vientos en contra, resucita la historia de amor que Costanza y Mauro vivieron veinte años atrás. Ahora deberán decidir entre dejarse llevar por sus sentimientos o resignarse ante sus contradicciones.
Número de páginas: 352.
Fecha de publicación: 2/6/2020.
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De bolsillo
Valoración personal:
Hace más de una semana que me terminé este libro y no he encontrado el momento para sentarme a escribir la reseña por no saber que poner. La lectura ha sido una montaña rusa, al principio no le encontraba aliciente, pero gracias a esa pequeña manía de terminarme cualquier libro que empiezo, llegué a un punto en el que si me tenía atrapada. Lo malo es que ese momento no fue acompañado del aumento en la intensidad de la historia que requería, continuó bastante lineal, por lo que mi interés decayó. Al acercarse las últimas páginas cierto final se fue formando en mi cabeza. Era fuerte, pero, en cierta medida, de mi estilo a la hora de escribir. No revelaré si coincidimos en eso o no, por no hacer spoiler, pero puede que a ese desenlace le hubiera faltado algunas páginas más.
La historia está bien narrada, pero le falta algo de pasión. Ambos protagonistas sienten un gran amor el uno por el otro, pero hay demasiada contención en ellos. No digo que se convirtiera en una novela erótica, pero es que todo es demasiado casto. Tanto respeto entre ellos y sus tiempos, acaban haciendo que sea bastante floja.
De su amor pueden extraerse muchos mensajes, pero el que yo destacaría por encima de todo es que no hay que juzgar a las personas por amarse, aunque alguna de sus circunstancias no encajen dentro de las normal de la moralidad impuestas. ¿Quién decidió que era lo correcto y lo que no? ¿Amar a una persona puede estar mal, cuando amar es lo más bonito que puede hacer el ser humano?
Hay una frase que me llamó mucho la atención y que quiero dejar por aquí:
«La vida no es como la hemos vivido sino como la hemos archivado, y la memoria la agita a su conveniencia».
Es una gran verdad, las cosas suceden de una manera y nosotros la recordamos con el paso del tiempo de una forma muy diferente, transgiversada por nuestras emociones pasadas, presentes y futuras.
Mi nota: 5. La apruebo al tener momento en que si me tenía enganchada.
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