Roma García, uno de los regalos de Instagram de 2020. A través de una amiga conocí su perfil, y acabó siendo la diseñadora de la portada de “Tres mujeres, un punto”. Poco a poco descubrí que además era autora de varias novelas. Creí erróneamente que todas ellas románticas, hasta que un buen día nos enseñó la nueva reedición de su única novela de fantasía. Quedé enamorada, supe que debía leerlo en cuanto lo ví, una concluído ahora conozco el motivo.
Género: Fantasía
Número de páginas: 331
Sinopsis: «En ese mismo momento, supe que mi única intención era conseguir lo que tenía entre manos. Me daba igual morir en el intento, pero lo que me propongo, lo consigo, aunque la vida se me vaya en ello».
Lucinda y Gerpelin llevan más de cien años desaparecidas, mucho menos que Lilian, y los elementos para tenerlo todo bajo control están en paradero desconocido. El dios de la luna está detrás de todo y solo su derrota traerá consigo la libertad de su pueblo. Dafne será la elegida para acabar con la maldición que agita Polin. Para ello, contará con la ayuda de Marlfield, un desconocido de una familia enfrentada que le hará cambiar la percepción de su mundo y un enemigo que aún no conoce.
Nada es lo que parece y todo lo que aparentemente es fácil estará manchado por deudas de sangre.
Valoración personal:
Un libro cuidado al detalle tanto estéticamente como en la narración. La portada me cautivó, y su interior no defrauda. Mariposas revoloteando en los números de página y al empezar de capítulo, alguna que otra ilustración y en ausencia de ellas nada de hojas en blanco. La autora opta por un tono gris muy elegante. Es la segunda vez lo veo, siendo la anterior el negro el color elegido.
He mencionado antes que también es minuciosa a la hora de contar. Pero no me malinterpretéis, no hace descripciones extensas de paisajes o similar, menciona algo que podría pasar inadvertido para ti y para mí si viviésemos la escena. Eso denota trabajo y dedicación, y haberse dejado envolver por su propia creación.
Una cosa curiosa que quiero destacar es el narrador, la autora se ha decantado por la primera persona donde todos los personajes, tienen un capítulo donde mostrar sus intenciones. Nunca me había toprezado con algo así, en la mayoría de los casos suelen centrarse en un personaje, a lo sumo dos, pero en esta ocasión todos han tenido su oportunidad de enseñarte la historia según su visión.
En cuanto a la trama, si bien es cierto que me faltaron mariposas para el título escogido, y quizás la relación de Dafne y Marlfield con sus poderes es algo extraña y demasiado faciles de controlar; es una historia ágil, dinámica y entretenida. Al terminarlo tenía el estómago en un puño. No sabía como sentirme respecto al final, pero precisamente por eso me parece un gran acierto.
Ese cosquilleo no solo se debía a la sorpresa por el giro en los acontecimientos, sino también a la ilusión y la admiración que ahora siento por la autora. Siempre he defendido la teoría de que todas las personas llegan a tu vida para cumplir una misión, y aunque al principio pudiese parecer que la de Roma sería diseñar una portada fiel reflejo de mi misma, tras leer sus agradecimientos sé que no terminaba ahí. La reedición de “Las mariposas de tu luna” tenía que llegar a mis manos, y no ser de aquellos libros que colocas en la estantería dejando pasar los días, los meses y los años sin leerlo. Me llamaba a gritos desde el momento que cruzó la puerta de mi casa y sus palabras me transmitieron un mensaje justo cuando más falta me hacían.
Cuando la creé, fueron muchos los autores, incluso algunos con muchísimas ventas en Amazon, los que me dijeron que no iba a funcionar. Que una autora que ya había escrito una novela romántica, no podía atreverse con la fantasía. <<¿Es que has visto a Beta Coqueta escribiendo thriller?>> me decían.
Pero no soy Beta Coqueta, soy Roma García y quería escribí fantasía, porque era lo que me apetecía. (…) Mi personalidad y yo nos fuimos de ahí y construimos una historia de fantasía. Las mariposas de tu luna me enseñó que no tenía límites, que podía hacer todo lo que me propusiese con tan solo ponerle ganas”.
Agradecimientos – Roma García.
Esa reflexión es importante para mí al mostrarme el camino a seguir con mi segunda novela. “Tres mujeres, un punto” es del género chick-lit, la escribí porque tenía algo que decir, pero ¿ahora qué? No quiero continuar por ese camino, ya que por el momento no tengo nada más que contar o por lo menos algo que merezca la pena hacerlo, pero todos mis lectores piden una segunda parte. ¿Qué quiero yo? Pues como bien le pasó a ella en 2018, quiero cumplir un sueño y escribir fantasía, quizás la historia nunca vea la luz porque no me parezca lo suficientemente buena, quién sabe. Pero pase lo que pase, no voy a permitirme no intentarlo, quizás entonces nunca haya una segunda novela de Elisabet Belmonte.
¡Gracias Roma, por tu historia y por tus palabras! Quizás sin saberlo o tan siquiera pretenderlo, estás sirviendo de inspiración a otras escritoras como yo.
Mi nota: 8
