"No recordaba lo que había soñado, no obstante, debió de ser algo fantástico porque se levantó con el ánimo por las nubes. Cantaba a pleno pulmón Titanium, de David Guetta; esa mañana más que nunca se sentía invencible. Deslizaba el dedo por las prendas de ropa del armario mientras las revisaba y decidía qué ponerse, hasta que se topó con el vestido rojo..."
"En la radio sonaba Sonrisas, de Ana Torroja. Ella también veía el mundo brillante y magnético, con los ojos de quien sabe que lo tiene a sus pies y nada la puede detener. Todos aquellos días en sombra ya eran pasado.Cada una de las palabras de la canción constituían un reflejo de la nueva Helen, elevando así más y más su vibración positiva. Entonces la escuchó hablar de la lluvia y se imaginó a sí misma jugando como una cría bajo las gotas.
Se desvió del camino para aparcar junto al Estadio de los Juegos Mediterráneos. Todos los sitios de estacionamiento estaban vacíos. Se bajó y, con tan solo mirar al cielo y cerrar los ojos, pronto comenzó a sentir el agua caer sobre ella. Colocó los brazos en cruz y empezó a girar y girar con una amplia sonrisa, tan sincera y llena de luz que habría enamorado a cualquiera sin necesidad de recurrir a la magia."
Los artistas de la cuarta no podían ser otros que los Backstreet Boys, con No place.
Esta canción es tan BSB que me recuerda a mi adolescencia, aunque en el
videoclip salgan con sus familias. Todos vamos haciendonos mayores...
"—Alexa, pon música —ordenó él.
—Aquí tienes una emisora que puede que te guste. «Mi banda sonora» en Amazon Music —le respondió.
No place, de Backstreet Boys, inundó la habitación. Una sexta voz se unió para sorpresa de Helen. Aisac la guiaba dando unos tímidos pasos de baile con la mirada fija en la de ella. Demostrando conocer a la perfección la letra de la canción, la interrumpió para decirle: ..."
La última que aparece en la novela es Cántalo de Ricky Martín. Pertenece a su disco Pausa, que escuche en bucle durante un mes y pico. Tienen un ritmo que se va metiendo dentro de ti y no puedes deshacerte de él, aunque tampoco es que quieras demasiado...
"Ricky Martín y su canción Cántalo la acompañaban en la preparación de la comida. Aunque ese día no estaba en su casa, pasaba tanto tiempo en la de Aisac que se sentía cómoda haciendo cosas cotidianas como esa. Él había salido a correr, aprovechando que un frente frío les estaba brindando unos días de bajas temperaturas. La canción era alegre, como ella se sentía esa mañana. El ritmo del tambor guiaba sus pies de un lado a otro de la cocina mientras cogía un cucharón por aquí y una especia por allá."
La última canción de la que quiero hablaros es Atado de Chayanne. No está incluida en el libro, pero es la que mejor simboliza el espíritu de la novela.
Espero que os gusten las canciones que escogí para acompañar a Helen en su aventura.
Recordad que además de en librerías de Almería y Sevilla, tenéis Atada disponible en Amazon y que todo el dinero que se recauden con los ebooks será donado a WWF España.
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