En entradas anteriores de este blog, os había hablado de este libro, ahora os traigo la reseña dado que he podido leerlo durante estos días de aislamiento, porque #yomequedoyleo.
Antes de entrar a valorar el contenido, quiero comentar un poco la estética y el cuidado de los detalles. Adquirí el libro directamente a través de la autora, y es un gusto con el cariño y el cuidado con el que lo envía, no voy a desvelarlo para que os lleváis la grata sorpresa igual que yo. Ese mismo “mimo” lo tiene en el libro, me recuerda mucho a mi misma, me encanta “decorar” mis documentos; en el trabajo y en mi vida diaria, se “meten” conmigo porque soy la mujer de los colores, las flechas, etc… ¿porque escribir todo del mismo color si puedo alegrar la vista con varios?. Sé que aquí no se nota tanto, pero es que tengo que reconocer que aún sigo intentando dominar la herramientas del blog, además que al ser la versión gratuita tampoco es que tenga mucho margen de maniobra. Pero todo se andará…..
Se trata de un libro de lectura ligera y amena, con unos grandes mensajes que creo que todas las personas deberíamos aplicar en nuestra vida:
-> ¿ Porque soportar esas relaciones tóxicas?, todos tenemos o hemos tenido personas que realmente no nos aportaban nada, pero que mantenemos en nuestra vida, por diversas razones, no tienen que ser parejas, sino también amistades, familiares, etc… pero aguantamos y luchamos, cuando en realidad lo mejor para nosotros mismos es cerrar esa historia y seguir nuestro camino.
-> Hay que decir siempre lo que sentimos, porque tenemos mucho que ganar con ello; aunque sea simplemente la liberación de nuestros propios sentimientos, que no deja de ser la liberación del alma, nos ocultamos detrás del miedo al rechazo, al ridículo y nos ponemos mil excusas. Seguro que si echamos la vista atrás, durante la adolescencia o de no tan jovenes, hay alguien a quien no le dijimos lo que sentíamos, a lo mejor aún no es tarde para hacerlo.
-> No importa lo difícil que se ponga el camino, hay que luchar por lo que uno quiere de verdad, por sus sueños, porque al igual que he dicho antes, hay mucho que ganar. Esto me recuerda al videoclip de Bon Jovi, “It’s my life”, pobre muchacho lo que pasa para llegar al concierto, pero llega.
En cuanto a la narración en si, como digo siempre, me gustan los libros cortitos, pero creo que le ha faltado pararse un poco más en los detalles, en esos pequeños momentos de la vida cotidiana. La historia avanza deprisa, pero de forma amena; encontrar el equilibrio no es tarea fácil, además de ser algo bastante subjetivo, pero estoy segura que en sus siguientes novelas lo hallará.
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